El gato persa es la raza más lujosa y exigente El gato persa es fácilmente reconocible por su nariz hacia arriba y su lujoso pelaje esponjoso. Esta raza es una de las más populares del mundo, y no es sorprendente: los persas le dan a toda la familia un gran placer estético y también tienen una naturaleza suave y dócil. Son muy cariñosos y devotos del dueño, sobrios y nobles, como verdaderos aristócratas. Pero cuidarlos es difícil. Para que el pelaje luzca hermoso, debe peinarse a diario. De lo contrario, colapsará, aparecerán enredos, que no solo estropean la apariencia de la mascota, sino que también le dan sensaciones dolorosas al moverse. Por lo tanto, no se recomienda tener un gato así para una persona ocupada que no tiene al menos una hora de tiempo libre, que está lista para dedicar a una mascota todos los días.
Historia de la raza
La raza persa es muy antigua. En el siglo XI, el viajero Della Valle vio estos gatos en Persia (en el territorio del Irán moderno). Le gustaban mucho los cariñosos y hermosos animales de pelo largo, por lo que se llevó a varios de ellos a Italia. Entonces la raza fue llevada a Europa, donde con el tiempo se hizo muy popular. El famoso cardenal Richelieu, que amaba tanto a los gatos, tenía una mascota de raza persa, después de lo cual se generalizó aún más. En la URSS, los gatos persas aparecieron solo en los años 80. siglo pasado. La raza era al principio élite, pocos podían permitirse comprar un gatito así ;.Ahora es bastante común en Rusia. Puede comprar un persa sin pedigrí por un valor simbólico de 2 a 3 mil rublos, y un gatito de un criadero de padres titulados costará entre 20 y 50 mil rublos. Actualmente, las razas de gatos persas son reconocidas por todas las organizaciones felinológicas del mundo.
El comportamiento y el carácter de los persas.
La raza persa es famosa por su naturaleza suave, tranquila y dócil. Estos animales carecen de agresión. Son amigables y juguetones, les encanta divertirse incluso en la edad adulta, nunca dañarán a un niño. La mayoría de las veces, eligen un maestro para sí mismos, a quien seguirán a todas partes. Lo distinguen de otros miembros de la familia y están especialmente unidos a él. Los gatos persas son muy cariñosos y cariñosos.
Solo necesitan darle a alguien su amor. Por lo tanto, no puede dejarlos solos durante mucho tiempo o ignorarlos. Estarán felices solo de estar con el dueño. Los persas rara vez expresan su insatisfacción, generalmente rara vez maúllan, y si necesitan algo, simplemente se acercan y miran a los ojos, dejando en claro que necesitan atención.
Los gatos persas son bien educados, inteligentes e inolvidables. Se acostumbran muy fácilmente a la bandeja, nunca "pasarán" a pesar de estropear los muebles, los elementos del interior. Las reglas establecidas por el propietario son una ley para ellos que nunca romperán. No son conflictivos y se llevan bien con otros gatos e incluso perros. Por lo tanto, si ya hay una mascota en la casa, el persa definitivamente se hará amigo de él.
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